Mermelada de ondulaciones
1 porción
Septiembre es el momento de recoger las ondulaciones. Por lo general, la atan a haces y la suspenden en el patio para que se congele. Luego las bayas se desmayan, se quedan dormidas en una cacerola esmaltada y, prensando la tapa con la opresión lo más densa posible, se ponen en el horno para que la baya se descolore bien. Después de realizar tal operación, nuestro cocinero se asegurará de que el helado y la ondulación cocida pierdan su amargura. Girar la ondulación soldada sobre el tamiz y bajar en el jarabe hirviendo. ¿Por qué en el tamiz, y cómo estar con el jugo? - prevemos la pregunta. El jugo de la ondulación sigue siendo amargado, y no se usa generalmente. . . No se olvide de la proporción: 400 g de ondulaciones cocidas - 300 gsahar. Si logramos hacer reservas tan modestas, podremos felicitar a nuestro cocinero: en invierno se sentirá más tranquilo al tener la oportunidad de diversificar perfectamente la mesa.
Septiembre es el momento de recoger las ondulaciones. Por lo general, la atan a haces y la suspenden en el patio para que se congele. Luego las bayas se desmayan, se quedan dormidas en una cacerola esmaltada y, prensando la tapa con la opresión lo más densa posible, se ponen en el horno para que la baya se descolore bien. Después de realizar tal operación, nuestro cocinero se asegurará de que el helado y la ondulación cocida pierdan su amargura. Girar la ondulación soldada sobre el tamiz y bajar en el jarabe hirviendo. ¿Por qué en el tamiz, y cómo estar con el jugo? - prevemos la pregunta. El jugo de la ondulación sigue siendo amargado, y no se usa generalmente. . . No se olvide de la proporción: 400 g de ondulaciones cocidas - 300 gsahar. Si logramos hacer reservas tan modestas, podremos felicitar a nuestro cocinero: en invierno se sentirá más tranquilo al tener la oportunidad de diversificar perfectamente la mesa.
rojo de la ondulación - 400 g, azúcar - 300 g