
Para salar peces, vale la pena prestar especial atención al pescado en sí mismo. Es mejor tomar pescado fresco. Tiene que estar con toda una piel brillante, ojos transparentes. No tener un olor desagradable. Limpiar el pescado de las escamas, enjuagar, destripar y secar con servilletas o toallas. Luego, con un cuchillo suavemente afilado, separe el filete del hueso sin dañar la integridad de la pulpa. Para mayor comodidad, los filetes se pueden cortar en varias partes grandes. En un tazón separado, mezcla sal y azúcar.