
Comience a batir las proteínas a baja velocidad con un mezclador. A continuación, aumente gradualmente la velocidad a la media. Cuando las proteínas se conviertan en espuma blanda, absorba el azúcar en partes y agregue la vainilina. Batir las proteínas durante mucho tiempo, 10-15 minutos, hasta obtener una masa brillante y gruesa. Las corolas del mezclador deben dejar marcas claras, y al voltear el cuenco, las proteínas no se desprenderán de él. Los huevos se lavan previamente con refresco, ya que puede haber bacterias dañinas en su superficie.