Vino de espina casero hecho de espina
14 porciones
21 días 40 minutos
Pocos saben que de las bayas de terciopelo azul oscuro se obtiene un magnífico vino casero. Te ofrezco una receta de vino casero de la terna y te animo a no tener miedo a experimentar en la cocina.
1. Preparamos jarabe de azúcar. Para ello, en una cacerola mezclamos azúcar y agua, ponemos sobre el fuego y la varilla, retirando periódicamente la espuma blanca que aparece en la superficie. Cuando la espuma ha dejado de aparecer - el jarabe está listo, lo sacamos del fuego y dejamos enfriar.
2. Las bayas de la terna junto con los huesos lavan con agua fría. Luego ponemos en la cacerola y vertemos con agua hirviendo. Soldamos a fuego pequeño y, cuando la cáscara empieza a reventar, quitamos de la losa.
3. Ponemos las bayas enfriadas en una botella de fermentación. La botella de fermentación es una botella con un agujero en la tapa en la que se inserta firmemente un tubo flexible (por ejemplo, de un gotero). El otro extremo del tubo debe ser hundido en un recipiente de agua para que el dióxido de carbono salga de la botella para fermentar. Lo principal es que la botella esté sellada. Vertemos la espina del tercer jarabe enfriado y la levadura obstruida. Mezclamos todo cuidadosamente, cerramos nuestra botella de fermentación durante una semana. Después de siete días añadimos el jarabe restante y volvemos a cerrar con una tapa con un tubo.
4. Cuando dejen de aparecer burbujas en la superficie de las bayas (lo que significa que ya no se libera dióxido de carbono) y la espina caiga al fondo, citemos nuestro vino y nos desbordemos en otro recipiente.
5. Le damos a la bebida una semana más de regar, filtrar y embotellar.
21 días 40 minutos
Pocos saben que de las bayas de terciopelo azul oscuro se obtiene un magnífico vino casero. Te ofrezco una receta de vino casero de la terna y te animo a no tener miedo a experimentar en la cocina.
1. Preparamos jarabe de azúcar. Para ello, en una cacerola mezclamos azúcar y agua, ponemos sobre el fuego y la varilla, retirando periódicamente la espuma blanca que aparece en la superficie. Cuando la espuma ha dejado de aparecer - el jarabe está listo, lo sacamos del fuego y dejamos enfriar.
2. Las bayas de la terna junto con los huesos lavan con agua fría. Luego ponemos en la cacerola y vertemos con agua hirviendo. Soldamos a fuego pequeño y, cuando la cáscara empieza a reventar, quitamos de la losa.
3. Ponemos las bayas enfriadas en una botella de fermentación. La botella de fermentación es una botella con un agujero en la tapa en la que se inserta firmemente un tubo flexible (por ejemplo, de un gotero). El otro extremo del tubo debe ser hundido en un recipiente de agua para que el dióxido de carbono salga de la botella para fermentar. Lo principal es que la botella esté sellada. Vertemos la espina del tercer jarabe enfriado y la levadura obstruida. Mezclamos todo cuidadosamente, cerramos nuestra botella de fermentación durante una semana. Después de siete días añadimos el jarabe restante y volvemos a cerrar con una tapa con un tubo.
4. Cuando dejen de aparecer burbujas en la superficie de las bayas (lo que significa que ya no se libera dióxido de carbono) y la espina caiga al fondo, citemos nuestro vino y nos desbordemos en otro recipiente.
5. Le damos a la bebida una semana más de regar, filtrar y embotellar.
Turn - 2.5 kg, Agua - 1 l, Azúcar - 1.5 kg, Levadura - al gusto