Estas son las manzanas que tomamos y el vino. Georgiano encaja perfectamente, aunque caro.
Las manzanas son mías, cortamos por la mitad, conservando el esqueje, si es que lo hay. Limpiamos suavemente el medio.
Los conectamos, dando forma a una manzana entera. Ponemos en una sotana profunda o una cacerola.
Añadimos azúcar y especias.
Llenamos las manzanas con vino.
A fuego ligero llevamos a ebullición y aguantamos con un bulevar débil los minutos 15, regando de vez en cuando con vino.
Cambiamos suavemente las manzanas en una ensaladera de vidrio en la que serviremos y rellenaremos con marinado. Si te pillaron canela muy olorosa, tómala. ¡Cubrimos con una tapa y limpiamos en el refrigerador, en el rincón más lejano!
Delicioso, aromático, lúpulo! Por cierto, el adobe restante se puede utilizar para cocinar el glintwein. Y se puede comer junto con las manzanas. ¡Buena preparación!
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