
Añadimos 1 cucharada de azúcar. Luego, a fuego lento, revolviendo constantemente, calienta la mezcla hasta que la gelatina se disuelva por completo. La mezcla de leche deja que se enfríe un poco de tiempo. Verificamos si la primera capa está completamente congelada. Si es así, rellenamos muy suavemente la mezcla de leche con una segunda capa. Ponemos las tazas en el refrigerador por dos horas. Hasta que la segunda capa esté completamente congelada.