
Fríe los huevos revueltos a fuego lento sin tapa durante unos 5 minutos. La proteína debe agarrarse y la yema debe permanecer semilíquida y brillante. Para evitar que la yema se apriete con una película de color blanco y mantener una consistencia semilíquida, es mejor no cubrir la sartén con una tapa. Y si lo cubre, no durará más de 1-2 minutos. Al mismo tiempo, el fuego no se puede añadir, de lo contrario, los huevos revueltos se tostarán rápidamente y la yema se solidificará.