Chino
En China, la comida no se considera simplemente un ahogamiento del hambre, sino un ritual sagrado. Y los cocineros incluso tienen ciertas leyes que siguen escrupulosamente durante la preparación de las comidas.
La ley es la primera. Antes de proceder a preparar un plato de cocina china, el cocinero debe procesar todos los alimentos de manera cuidadosa. A veces se tarda un tercio de todo el tiempo que se dedica a cocinar. Por ejemplo, si se prepara un pollo, nunca se amordaza, y la pluma detrás de la plumilla se pincha con una pinza especial. En cuanto a las verduras y frutas, deben lavarse repetidamente con agua.
La segunda ley. Un tratamiento térmico muy rápido de los productos que no debe superar los cuatro minutos. Para ello, los cocineros utilizan fuego fuerte, así como una variedad de utensilios que aceleran el proceso de cocción: ollas de olla o sartén-wok.
La tercera ley. Los platos de la cocina china son sencillamente impensables sin añadir todo tipo de salsas, especias y especias, de las que hay más de 300 especies.
Ley
4. Observancia de la composición a la hora de componer el plato a gusto, color y olor. No es una tarea fácil, por lo que recoger los ingredientes para que se adapten perfectamente entre sí es todo un arte culinario al alcance de no todo cocinero.
Todo ello en conjunto y constituye la irrepetibilidad de la cocina china, que se distingue por las inusuales formas de cocinar con la adición de una gran cantidad de especias, el diseño estético de los platos con la combinación adecuada de componentes. Ningún otro país puede presumir de un arte culinario tan perfecto como China.
Hoy en día, en China, el tipo de carne más popular es el cerdo, mientras que es habitual cortar la carne en trozos pequeños (con paja o cubos) y asarla a fuego intenso. Además, la carne de aves de corral, especialmente los patos y los pollos, también se utiliza con frecuencia. Se preparan y se sirven con una variedad de salsas, condimentos, almidón y especias.
Los huevos de pollo y pato también tienen una mayor demanda y actúan como ingredientes importantes en las recetas de la cocina china. La mayoría de las veces se utilizan en aperitivos fríos y calientes, y también se enlatan de una manera especial, cuya esencia es la siguiente: los huevos se ensucian con una mezcla especial y se colocan en chanas o tierra durante un tiempo prolongado (hasta cien días). Como resultado, la clara de huevo se vuelve marrón y la yema se vuelve verde. Es inusual para nosotros, pero los chinos simplemente los adoran.
Además de la carne y los huevos, el pescado y otros mariscos ocupan un papel importante en la cocina china, entre los que los más populares son la perca china y los cambalas, así como los animales invertebrados marinos: camarones, cangrejos y muchos moluscos.
Aman los chinos y todo tipo de productos de harina, que aquí se presentan con fideos, vermichel, diversas tortillas, panes de vapor (pampucheos), vontones, orejas y galletas dulces.
Las verduras, que forman parte de numerosas recetas de la cocina china, juegan un papel enorme en la dieta indígena: una variedad de col, patatas, batata, rábano de diversas variedades, ajo, cebolla batún verde, pimienta, tomate, espinacas y judías de vaina verde. Especialmente populares en China son los brotes de bambú jóvenes gruesos en forma hervida.
De las bebidas, los chinos prefieren el té verde, que se suele preparar en teteras de porcelana, y beber muy caliente y necesariamente sin azúcar. Dado el amor chino universal por el té verde, no es de extrañar que la comida tradicional aquí comience y termine con el té.